Achú-Lin el Representante de Achú

Tengo la satisfacción de presentaros a alguien muy importante, mi Padre: Achú-Lin.

Él es el Representante de nuestro pueblo, el Sabio del Reino de Achú.

Es un ser especial, entrañable y cariñoso con todos los suyos, siempre cuidando y guiando a su pueblo con su buen hacer.

Achú-Lin es el primer ser querido de Achú que vino en conciencia a saludarnos a Achú-Con y a mí, fue un reencuentro muy entrañable y emotivo.

Gracias Padre por estar pendiente de nuestros pasos!

Achú-Con y la Alegría Profunda

Queridos hermanos, ha llegado el momento de presentarme ante vosotros.

Soy Achú-Con y provengo de Achú, el Reino de la Alegría. Soy el Compañero Sagrado de la Princesa Achú-Lai, a la que amo y admiro profundamente. Ese es uno de mis cometidos aquí, en la 3D. Ayudar y colaborar en la ardua tarea de restituir la Alegría en esta Humanidad, que parece haberla olvidado por completo.

Pero también tengo otra importante labor, y es que me comprometí con Achú-Linn, el guardián de los Cuentos de Achú, a transmitir y adaptar el maravilloso don que portan sus cuentos, de los cuales os hablaré más detenidamente llegado el momento.

Os diré que en Achú, cada uno de sus habitantes representamos una cualidad única de la Alegría, ya que si a alguno de vosotros pidiera que me la definierais, seguramente os daréis cuenta de que no es tarea sencilla, y que la Alegría es algo tan hermoso y complejo a la vez, que nuestro limitado vocabulario de 3D no nos permite definir plenamente.

Así pues, podemos hablar de diferentes cualidades o particularidades de la Alegría, todas ellas válidas, pero diferentes y únicas a su vez.

Imaginad por ejemplo una alegría pasajera, muy intensa, pero que tan pronto como viene se va, sería pues la Alegría eufórica…

¿Y qué me decís de la Alegría contagiosa? Surge de la nada y cuando menos te lo esperas, impregna de felicidad a todo aquel que nos rodea.
También podríamos hablar de la Alegría inesperada, y así un sinfín de maravillosas cualidades de la Alegría, encarnadas por cada habitante del Reino de Achú.

Yo, Achú-Con, represento una cualidad de la Alegría un tanto especial, y digo “especial” no porque sea mejor que otra, sino porque muchas veces no la sabemos apreciar, pasa inadvertida.
La Alegría que porto en mí es la Alegría Profunda: es una alegría discreta, que actúa desde un segundo plano, no es amante del protagonismo… No es una Alegría que se aprecie a simple vista.

Es una Alegría que hay que aprender a vivir y sentir desde el interior, alimentándola día a día, brillando en la magnificencia que cada uno.
Sólo entonces todo aquello que nos rodea se manifestará en todo su esplendor, en la Perfección que la Madre Divina creó y que, debido a que hemos apartado la Alegría de nuestros caminos, no alcanzamos a ver.

A primera vista esto que comento puede parecer utópico, pero sed fuertes y anteponeros a todas las dificultades. Valeros para ello del “arma” más poderosa e infalible que existe en todo el universo:
El Amor.

Inundad vuestros dolidos corazones con el Amor y entonces alcanzaréis la Alegría Profunda, un estado de la Alegría comparable a la mismísima Plenitud.

Ese es el don que yo porto y que os invito a sentir en vuestro interior.

Achú-Licán: No os desviéis del Camino

Achú-Lai: Siento una gran emoción y una cálida energía de amor que me nace del Plexo Solar y va abarcando todo mi ser. Sé que es un ser Especial el que viene a hablarme y está realmente emocionado e ilusionado...

Achú-Licán: ¡Hola, hija! Al fin, he estado esperando largo tiempo a este momento, no sabes, no te puedes hacer ni idea de la emoción que significa para mí que me puedas recibir y que finalmente hayas despertado a la realidad de Lo Que Es.
Sí, soy tu madre en esta Realidad de “no materia”, la llamada por ustedes los humanos quinta dimensión.

Achú-Lai: Madre, entonces ¿eres tú?

Achú-Licán: Efectivamente hija mía, Yo Soy Achú-Licán y tú Patricia (me cuesta llamarte así) eres mi pequeña y amada hija, mi princesa, mi rosa en mi jardín, junto al resto de mis hijos e hijas, tus hermanos y hermanas aquí en Achú, que en estos momentos me acompañan (no todos) llenos de emoción, Alegría y Gozo por haber “retomado” contacto con su bien amada hermana Achú-Lai, que finalmente empieza a despertar y a reconocer la Verdad.
Hija mía, todos estamos muy orgullosos de ti y de tu labor (está aquí también tu padre Achú-Lin).

También estamos muy orgullosos, satisfechos y contentos con el trabajo de tu compañero Achú-Con, no en vano está a tu lado. Aunque sabemos que al principio no ha sido fácil para él encontrar su propósito o camino, hemos de manifestar nuestra aprobación ante su labor, la labor que está llevando a cabo acompañándote a ti pequeña princesa mía de la Alegría, entregada en tu “misión” de reportar o aportar la Alegría, la Esencia de tu pueblo a la Tierra, tan necesitada, la “pobre” Gaia (Valiente doncella y guerrera, femenino sagrado que yo especialmente admiro, valoro y Amo mucho y en profundidad).

Sabed que ambos, Javier y tú, sois bienvenidos aquí, a vuestro hogar, a nuestros corazones, donde pertenecéis en esencia.
Dile que no se preocupe, llegará su hora, no sé si decir “pronto” pues aquí el tiempo no se rige por las mismas leyes…

No sucumbáis, no os entorpezcáis en vuestro camino intentando hacer cosas que no os pertenecen, que no son vuestro cometido. Me explico, no intentéis “salvar” a la Humanidad, ni a nadie, cada uno tiene y elige libremente su camino. Es más algunos conscientemente así lo eligen (perecer). No os distraigáis pues con ellos, con eso. Seguid adelante vuestro camino “recién” comenzado a andar.
Es duro, pero muy bonito y gratificante y al final con una Gran Recompensa… ABRAZARNOS. Os echamos mucho de menos y tenemos muchas ganas de que volváis y de que vayáis recordando, recordándoos y recordándonos poco a poco, pero somos conscientes de que os tenemos que dejar andar vuestro camino sin interferir en Él (porque es un Camino Sagrado), aunque permanecemos a vuestro lado.

Seguid pues el dictado de vuestros corazones y la guía brindada por nuestra Querida Princesa Rowina, que aquí, en Nuestro Querido y “Pequeñito” Pueblo es muy querida y Amada. No dudéis de Ella y su proceder ni de su Sagrado Compañero Igneón (un ser excepcional)

Convertiros así en pareja Sagrada y continuad vuestro despertar y caminar.
Tu Madre te Quiere y no te deja nunca, siénteme en tu Corazón como lo has sentido hoy (por primera vez conscientemente…)

GRACIAS HIJA POR ESTE REGALO QUE ME HAS HECHO HOY.

¡¡Amor a los tres!!

Achú-Lai: Gracias a tí Madre de todo corazón de parte de tu hija, de Achú-Con y de Simon.

Achú-Licán, La Reina de Achú

Es un profundo Amor el que me une a este excepcional ser que es Achú-Licán, la Reina de Achú y sobre todo y ante todo mi Madre.

Una mujer de carácter y fuerza, y a la vez llena de dulzura y ternura, rebosante de Amor maternal, sobre todo con sus hijos, a los que nos considera "Flores en Su Jardín".

Achú-Licán, como cada uno de los habitantes del Reino de Achú, representa una cualidad de la Alegría: ella sostiene la Alegría Profunda en todo el Reino, en su polaridad femenina, como el Femenino Sagrado que es.

Siempre se mantiene a mi lado, no se separa de mí, me acompaña y comparte conmigo cada momento que vivo y experimento. Es mi fiel amiga, mi eterna compañera... Gracias Madre por estar junto a mí en cada instante!