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sábado, 10 de julio de 2010

Achú-Lin, El Sabio de Achú, viene a apoyarnos


Durante ese período de dudas y desorientación, vino Achú-Lin, mi Padre de Achú, a saludarme y brindarme su apoyo.

Como todo ser de 5D, su gran respeto hacia nuestro Libre Albedrío, le impide influenciarnos para tomar decisiones.

Ellos nunca nos obligan a hacer las cosas, más bien nos invitan a reflexionar y buscar soluciones nosotros mismos, o si no, dejar que las cosas fluyan por sí mismas y permitir que nos lleguen en su justo momento y lugar...


Achú-Lin: Hola Princesa…

Achú-Lai: ¿Quién eres?

Achu-Lin: Achú-Lin, tu padre aquí, en la Ciudad Intraterrena de Achú, tu pueblo, tu origen.

Achú-Lai: Padre, te siento algo triste y alicaído, ¿a qué es debido?

Achú-Lin: Si, estoy un poco triste, por la espera.

Achú-Lai: Creo que hay algo más que te aflige, pero bueno… Yo estoy contenta por recibirte, gracias por venir.

Achú-Lin: Es siempre un placer venir a verte, saludarte hija, mi pequeña Princesa de la Alegría.

Achú-Lai: Padre, ahora me encuentro desorientada, perdida, un poco confusa por la situación agitada que estamos viviendo Achú-Con y yo al volver a España…

Achú-Lin: Lo sé, sé que ahora estás pasando por momentos no muy “agradables”, es por eso que he venido a decirte que ahora tienes que ser más fuerte que nunca, pues los embates de la inconsciencia son muy fuertes también y van a hacerte daño, van a atacar a los que como tú empiezan a despertar a su Sentir, pues representan una amenaza muy grande para ella, “La Inconsciencia”.

Aférrate fuerte a ti misma, a tu Sentir, al Amor incondicional e inconfundible de la Madre Divina, la Diosa, la Hacedora.
No desistas en tu propósito, en tu camino, sigue adelante aunque creas o pienses que no estamos ahí, pues sí lo estamos aunque ahora nos sientas menos, más débil.

Es un proceso por el que debes pasar tú misma, tú sola, no podemos ayudarte sino con nuestra compañía y apoyo. Aquí te queremos mucho y esperamos el día en que podamos abrazarte, pero para ello debes luchar y trabajar mucho, ya lo sabes.

Achú-Lai: Padre, ya sabemos que la querida Doncella Gaia está haciendo sus movimientos y éstos van a afectar a las costas. Ahora mismo vivimos al borde del mar y queremos movernos, pero no sabemos a dónde… ¿Tú me puedes ayudar? ¿Me puedes orientar?

Achú-Lin: No puedo ayudarte de otra manera más que dándote mensajes de aliento y ánimo. Sigue así, no te desvíes. Es difícil para ti, pero en realidad no es tan complicado como piensas, déjate llevar por el Sentir, date tiempo, no te fuerces ni exijas demasiado, no te frustres y sobre todo desesperes ni desistas.
Esto es lo que te vengo a decir Pequeña Mía, no me gusta verte así abatida y sin fuerzas, sin Alegría, piensa que así yo también “sufro”.

Bueno… tenemos que ayudarnos mutuamente, así que te voy a dar una pista… sonríe un poco más y verás qué bien te va todo.
No te precipites a la hora de tomar decisiones, medita un poco antes de decidirte, si no quieres el mar… ¿entonces a dónde irás?

Achú-Lai: Tierra adentro, pero… ¿Qué lugar o ciudad?

Achú-Lin: Eso piénsalo bien, de eso depende todo o mucho de lo que harás, ya te llegará la revelación, aún no, aguanta un poco más mi Pequeña Niña.

Te Amo enormemente, haces muy feliz a este anciano Sabio de Achú que te lleva en su Pecho, en su Corazón Día y Noche. Cuídate.

Achu-Lai: Gracias Padre, hasta pronto.


Pienso que esta en una bonita manera de demostrarnos el Amor inmenso que estos Seres nos tienen. Ellos deciden respetarnos de tal manera que seamos nosotros los que decidamos y hagamos nuestro Camino.

No por ello son despreocupados o nos abandonan, todo lo contrario, nos permiten crear nuestro destino a través de decisiones tomadas por nosotros mismos, las cuales nos permiten seguir creciendo y evolucionando gracias a las experiencias que esas decisiones nos brindan.

¡Gracias por estar a nuestro lado y sostener nuestros pasos con el Amor de vuestro Corazón!

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